Desde hace décadas hasta la actualidad nos
encontramos en la escuela docentes poco interesados por este género que tantas
posibilidades puede ofrecer: la poesía. Los pocos que la utilizan se preocupan
de que estas poesías tengan una métrica excelente, sean de un autor de renombre
internacional, dejando totalmente de lado la estrecha vinculación entre este
lenguaje poético y las edades tempranas.
El
primer contacto del niño con este arte se produce desde su nacimiento; es por
ello que el niño cuando se incorpora a la escuela ya conoce una serie de
canciones (“Duérmete niño, duérmete bien...”), cuentos de desarrollo lineal y
desenlace rápido (Caperucita Roja), juegos mímicos (“Cinco lobitos...) , gran
cantidades de oraciones con y sinsentido (“Palmas, palmitas...), que ha oído en
mayor o menor medida por los adultos de su entorno más próximo. Por ello,
podemos decir, que el niño desde muy temprana edad posee una cultura literaria
que se fundamenta en una tradición popular oral.
Pero
esta cultura literaria se va perdiendo cuando el niño llega a la escuela por la
imposición de cómo dice la autora del texto “saberes útiles” que ocupan todo el
tiempo del que se dispone, dejando totalmente de lado la producción estética,
la fantasía, la creatividad o el placer por escuchar o producir poesía.
Isabel
Tejerina menciona en su artículo una serie de premisas para llevar a cabo una
buena creación poética, son las siguientes:
- - enseñar desde la perspectiva del placer por escuchar y hablar. La autora no lo menciona en su artículo pero bajo mi punto de vista hace referencia al enfoque comunicativo de la lengua y la literatura, es decir, crear situaciones en las cuales el alumno se sienta cómodo para disfrutar del uso de la lengua.
- - la poesía se debe ofrecer como oportunidad para escuchar, jugar, cantar, es decir, para disfrutar con todas las actividades que nos ofrece
- - es imprescindible que el docente sea amante de este género literario para poder transmitir a los alumnos este placer
- - la creatividad en mayor o menor grado está presente en cualquier alumno, lo que debemos hacer es ofrecer ambientes propicios para desarrollarla y la poesía es uno de ellos
- - el trabajo de la poesía no debe ser encaminada a desarrollar poetas, sino a desarrollar todas las posibilidades de recursos para el aprendizaje que nos ofrece
La autora
nos ofrece diversas técnicas para trabajar la poesía en las aulas, son entre
ellas el juego de palabras, la poesía visual, imitación de poemas,
transformación automática de textos, y la técnica de creación libre; muchas de
estas propuestas propias de Gianni Rodari.
Tejerina Lobo, Isabel. Algunas consideraciones pedagógicas de la poesía
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