martes, 8 de octubre de 2013

MI OTRO YO



Hola. Soy Chelo Faubel. Mi nombre en clave es AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), para los países de habla hispana, y EVOO (Extra Virgin Olive Oil) en los países anglosajones. Pertenezco al grupo de espías internacionales formado por Osnofla, el congoleño, el teniente Giotto y Cecilia “la sueca”. He trabajado muchos años en China y por mi buena labor, haciéndome pasar por una directiva de una multinacional oleícola española en misión comercial,  me han encomendado una misión crucial, la misión.
Necesito contarte algo: mi equipo está en peligro. Ellos permanecen ajenos a esta realidad. De momento así quiero que sea. Mi misión es protegerlos. Sospecho que hay un topo. Necesito dar con él. Necesito dar con él antes de que pase la lista en clave de nuestras identidades a manos enemigas. Eso nos pondría al descubierto. Eso sería el fin. Nuestro fin y el fin de la estabilidad mundial. Hace años nuestros adversarios consiguieron el listado de nuestros nombres en clave, y andan locos detrás del otro documento, que completaría la lista.
De momento voy a poner a prueba a Osnofla. Para ello, le hago creer que él es el que manda, el cabeza del equipo. Su elevada autoestima me facilita las cosas. Quiero ver si hace algún movimiento en falso, por un exceso de confianza. Tantas molestias para aparentar timidez me hacen sospechar. Aunque en nuestra realidad nunca se sabe dónde salta la liebre.
Estoy preocupada, muy preocupada. Nunca he sentido tanta presión sobre mis hombros. Tengo la desagradable sensación de que tantos años de servicio  no han servido para nada, y que no estoy preparada para la envergadura de esta misión. Aunque también es verdad que siempre tengo una sensación similar en cada uno de los encargos de mi gobierno.
Podré. Lo conseguiré.
Si mi gobierno supiera que escribo un diario, ellos mismos acabarían conmigo. Estoy corriendo un gran riesgo, pero no puedo prescindir de la escritura. La escritura me mantiene cuerda. La escritura me mantiene con vida. Ordena mis pensamientos.
Solo deseo que nunca nadie lea esto.

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