Estamos ante nuestro último curso con ganas de aprender
conocimientos, herramientas, y hacer
nuestras nuevas técnicas para poder llevarlas al aula y ofrecerlas a nuestros
futuros alumnos.
Este inminente deseo de seguir aprendiendo nace de la
inquietud y el deseo interior de ser maestra. Pero estas inquietudes pueden ser
sesgadas debido a la repetición, la mala estructuración del tiempo, de los
contenidos o simplemente del mal hacer docente.
El enfoque tradicional de la asignatura de lengua y
literatura siempre ha caído en el aprendizaje de formas gramaticales, de
análisis de oraciones que nunca después hemos utilizado, de autores
reconocidos, de memorización de movimientos literarios y recursos estilísticos
… pero … si estamos cansados de escuchar a nuestros mayores que hay que dejar
atrás este enfoque, que debemos guiar y enseñar desde un enfoque más comunicativo, ¿sabemos hacerlo? ¿tenemos herramientas para ello? ¿seremos críticos en la
elección de textos literarios?
Espero que al acabar este curso seamos capaces “de usar la
lengua”, de construir significados a partir de una experiencia estética, de
poder ofrecer a nuestros alumnos contextos donde la creación sea el foco
significativo del aprendizaje.
A continuación os dejo un poema de Gabriel Celaya…..Pensarlo
en voz baja…
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca,
hay que medir, pesar, equilibrar...
y poner todo en marcha.
Pero para eso
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos
seguirá nuestra bandera enarbolada.
Educar.
Gabriel Celaya
Siguiendo con la reflexión acerca de la asignatura que
estamos realizando y al hilo del texto Los universitarios y la lectura,
considero que el asunto, problema o fracaso que describe el texto que los
universitarios no leen no aborda la realidad social del momento.
No estoy de
acuerdo que los universitarios lean menos que en otras épocas, lo que ocurre es
que la lectura se realiza de forma diferente. Existen multitud de recursos,
redes sociales, artículos digitales que han sustituido a la lectura tradicional
de un manual escrito, o es que ¿leer a través de la red no es lo mismo que leer
un libro? La lectura se produce de manera diferente, es menos lineal pero la
lectura digital, a través de la red, ofrece una gran variedad de enlaces,
hipertextos y vínculos que hacen que se logre un conocimiento más global, e
interconectado.
Ánimo y a disfrutar este último año.
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