Hola
chic@s, para todos los que me conocéis y para los que no, mi nombre es Lorena,
compañera del grupo 6 en la asignatura de Didáctica de lengua y la literatura,
pero en ocasiones muy frecuentes soy el camboyano Teniente Giotto, miembro del
mejor grupo de seguridad mundial, que como os ha contado mi compañero Osnofla
no somos agentes de seguridad cualesquiera.
Cuando
era muy pequeño me llamaba Samai, pero mi madre se enamoró de un joven italiano
que al parecer era tan buen pintor, escultor y arquitecto como el italiano
Giotto y de ahí que ya entrada mi adolescencia y después de su desamor quiso
llamarme Giotto. Pero claro, yo no he seguido los pasos del hombre que mi madre
proyectó en mí.
Yo cuando me llamaba Samai
Ahora que me llamo Giotto
Yo
soy un sex symbol, guapo, seductor, bien peinado, excelente karateca, que años me ha costado tener este cuerpo tan
esculpido y adquirir mi cinturón negro más negro, además de tremendamente inteligente, es por ello que puedo sacar
cualquier cosa de cualquiera, especialmente de las mujeres. Me encargo de conseguir
todo lo que a mi grupo le hace falta, proveyéndolos de material difícil de
conseguir mediante el uso de ingeniería social. Pero ¿qué me ha pasado? El
gobierno ruso necesita que le ayude en la siguiente expedición: conocer cuál es
la finalidad de la tan archiconocida “competencia comunicativa”. Es por ello,
que necesito reclutar a los mejores alumnos, inteligentes, hábiles y que no se
duerman en clase, para realizar esta
misión. Sin embargo, no puedo dejarme ver en el lugar habitual donde nos
reunimos, la clase de lengua y literatura del profesor José Rovira, por si mi
tan llamativa apariencia os despista de cualquier argumento.
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